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Panorama departamental – Las diecinueve elecciones departamentales del domingo

A partir de toda la información disponible (encuestas propias; encuestas de colegas difundidas públicamente; los resúmenes publicados en la prensa escrita hoy, jueves 7 de mayo, con criterios similares), en lo que sigue se examinan los posibles resultados de las elecciones departamentales del domingo próximo, 10 de mayo de 2015.

Con ese fin se emplearán tres figuras. La primera muestra los partidos hoy gobernantes en los 19 departamentos. La segunda muestra los departamentos en los que la mayoría de las encuestadoras coincide en señalar un probable ganador: el “favorito”. Esto significa que si en alguno de esos departamentos el “favorito” pierde, eso sería una sorpresa (o un error) para el grueso de los analistas profesionales. La tercera figura muestra los departamentos con elecciones sin un favorito claro, e indica los dos partidos que compiten con chance real de ganar esas elecciones “competitivas”. En algún caso las encuestadoras pueden hablar de “ventaja” para algún partido, pero sin arriesgar un pronóstico.

Los gobiernos actuales; los favoritos; las elecciones de resultado incierto

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El Frente Amplio gobierna hoy cinco departamentos (Montevideo, Canelones, Maldonado, Rocha y Artigas), incluyendo los más ricos y poblados del país. El Partido Colorado gobierna dos (Rivera y Salto) y el Partido Nacional gobierna los doce restantes (Paysandú, Río Negro, Soriano, Colonia, San José, Flores, Florida, Lavalleja, Tacuarembó, Durazno, Treinta y Tres y Cerro Largo, Figura 1).

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Entre los diecinueve departamentos, la gran mayoría (doce) cuentan con un partido favorito para triunfar el domingo, y en todos los casos ese partido es el partido hoy gobernante: los respectivos oficialismos seguirían gobernando sus departamentos (Figura 2). Los oficialismos ganadores serían Montevideo y Canelones (FA), Rivera (colorados) y nueve departamentos blancos: Soriano, Colonia, San José, Flores, Florida, Lavalleja, Tacuarembó, Durazno y Treinta y tres.

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En los siete departamentos restantes las elecciones no tienen pronósticos claros (son los departamentos “disputados”, Figura 3). Tres de ellos están gobernados hoy por el FA (Maldonado, Rocha y Artigas); uno por los colorados (Salto), y los tres restantes por los blancos (Paysandú, Río Negro y Cerro Largo). En los tres oficialismos del FA que podrían perder, el posible ganador es blanco; en los tres oficialismos blancos que podrían perder, el desafiante es el FA; y en Salto, el oficialismo colorado también enfrenta el desafío del FA. En suma: el FA es uno de los posibles ganadores en los siete departamentos, los colorados en uno, y los blancos en los seis restantes.

Asumiendo, muy gruesamente, que en los departamentos “competitivos” los dos rivales con chance tienen la misma probabilidad de ganar, esto implicaría que los colorados gobernarán uno o dos departamentos (mantienen los dos que hoy gobiernan, o pierden Salto); el FA gobernará probablemente entre cinco y seis intendencias (ganando alguna “ajena”, y perdiendo alguna “propia”) y los blancos probablemente seguirían gobernado alrededor de doce departamentos (pero no los mismos que hoy gobiernan: probablemente ganarán o recuperarán alguno gobernado por el FA, y perderán, también hacia el FA, alguno de los que hoy gobiernan). En resumen: los colorados ganarían en uno o dos departamentos, el FA entre cinco y seis, y los blancos entre once y trece.

Las implicaciones

Si los resultados del domingo 10 se parecen a lo que esta discusión esquemática sugiere, eso diría algunas cosas sobre nuestra política partidaria. En primer lugar, aunque entre nosotros “las camisetas tiran”, como se suele decir, es claro que lo que votamos en octubre no determina lo que votamos en mayo. Si así fuera, el FA debería ganar en 14 departamentos (porque en ellos el FA fue mayoría en octubre), pero sólo ganará en la mitad o menos de los departamentos. En la dirección opuesta: en octubre los colorados no fueron los más votados en ningún departamento, pero ahora ganarían en uno o dos. Finalmente: en octubre los blancos fueron los más votados sólo en cinco departamentos, pero ahora ganarían en más del doble.

Como se ve, el principal perjudicado por esta “inconsistencia” de los votos nacionales de octubre con los departamentales de mayo es el FA. Eso ocurre principalmente por el efecto espontáneo de “concertación” (en los departamentos del interior; en Montevideo hay una concertación formal, decidida por los partidos, pero con una historia un tanto complicada), muy visible en varios departamentos, a veces a favor de los colorados (Rivera, Salto), pero sobre todo a favor de los blancos (porque son, por amplia ventaja, el partido más votado de los dos, y por lo tanto, en principio son los que tiene mejores posibilidades de ganar).

Esta “concertación” blanco-colorada por sí sola no puede explicar las diferencias entre las votaciones de octubre y mayo. Esto lo sabemos examinando los números del pasado, pero también los del presente. Si así fuera, ahora en mayo el FA debería ganar en los cuatro departamentos en los que en octubre votó mejor que blancos y colorados sumados (Montevideo, Canelones, Paysandú y Salto). Si pierde en alguno de ellos, como podría ocurrir en Salto y tal vez Paysandú, el FA necesariamente tiene “fugas netas” de votos de octubre a mayo, y eso probaría que los resultados del domingo no se deben solamente a la concertación blanco-colorada.

En suma

Si esta discusión es aproximadamente correcta, su significado más general es que en el interior del país hay muchos votantes insatisfechos con los liderazgos nacionales blancos y colorados; tan insatisfechos que prefieren votar al FA. Pero en lo departamental eso no es así: tanto no lo es que se ven “concertaciones espontáneas”, y que incluso el FA pierde votos nacionales de octubre que en mayo optan por esas “concertaciones”. Primera conclusión: la concertación no es solamente un asunto entre blancos y colorados. Sin olvidar que en ocasiones esta independencia de lo nacional y lo departamental funciona a favor del FA. Por ejemplo: si las encuestas tienen razón, la votación departamental del FA en Montevideo será mejor que su votación de octubre. Segunda conclusión: las políticas departamentales son la principal línea de defensa de blancos y colorados contra el predominio nacional del FA. Nada nuevo aquí. Esa es la historia de los blancos, con alguna interrupción, durante más de un siglo.