(Sobre resultados de una encuesta nacional de CIFRA de abril – mayo de 2008: 1000 entrevistados en sus hogares en todo el país entre los días 26 de abril y 5 de mayo, con resultados directamente comparables a los de las encuestas anteriores de CIFRA)
La gestión del Intendente de Montevideo, Ricardo Ehrlich, es juzgada favorablemente por el 43% de los montevideanos. Mientras que el 27% la desaprueba, con un balance (aprobaciones menos desaprobaciones) positivo, de 16 puntos porcentuales.
Sin embargo, es importante analizar la tendencia de estos juicios. Este nivel de aprobación es quince puntos porcentuales inferior a la votación que el FA recibió en las elecciones departamentales de 2005 en Montevideo (58%). Y como se ve en la Figura 1, también es inferior a la aprobación que recibía dos años atrás (en marzo de 2006), 51%, luego de un año entero de gestión, y por lo tanto, presumiblemente, luego de finalizada su “luna de miel” con el electorado montevideano. En suma, los juicios son claramente favorables, pero están disminuyendo, comparando ya sea con la votación recibida en las últimas elecciones, o con la evaluación de la gestión de hace dos años.
Como muestran las cifras, la evolución de las opiniones indica que el Intendente no las tiene todas consigo: en los juicios sobre la gestiónla tendencia, efectivamente, no es favorable. Pero desde el punto de vista más general de la posición política del Intendente las cosas no son tan simples. Lo de la gestión es una mala noticia, pero también hay una buena noticia. Como se ve en la Figura 2, la popularidad personal del Intendente Ehrlich es hoy prácticamente igual a la de marzo de 2006: exactamente las mismas simpatías (36%), apenas un poco más de antipatías.
La popularidad personal del Intendente se mantiene aproximadamente igual, pero el juicio sobre su gestión claramente ha desmejorado. Estas dos cosas -que a primera vista parecen contradictorias, no lo son. Esto probablemente quiere decir que, para los montevideanos, la“culpa” de los resultados de la gestión de gobierno de la IMM no es principalmente del Intendente. En todo caso el Intendente no pudo enfrentar los problemas satisfactoriamente, a juicio de la población, pero la responsabilidad de los problemas no es suya.
Uno de los “culpables” principales, desde el punto de vista de los montevideanos, es casi seguramente el gremio municipal, ADEOM. Es visto como un gremio conflictivo y relativamente privilegiado, y como uno de los responsables de una oferta de servicios municipales que está estancada o empeorando.