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Las internas del PN y del PC

(Sobre resultados de una encuesta nacional de CIFRA de julio de 2008: 1003 entrevistados en sus hogares en todo el país entre los días 19 y 27 de julio, con resultados directamente comparables a los de las encuestas anteriores de CIFRA)

 

 Como ya se describió en la nota anterior, las intenciones de voto por los diferentes partidos para las elecciones nacionales de octubre de 2009 son las siguientes: Frente Amplio, 42%, Partido Nacional, 35%, Partido Colorado, 7%, y Partido Independiente, 1%. En esta nota se analizan las internas de los dos partidos más antiguos, blancos y colorados.

 

En el Partido Nacional se observa una ligera ventaja para Luis Alberto Lacalle, 47% de las preferencias espontáneas de los que probablemente votarán en la interna blanca. Lo sigue muy de cerca Larrañaga, con 45%, y más atrás Vidalín, 6%. Un 2% adicional menciona a alguna otra figura blanca o dice que piensa votar a un blanco, pero todavía no sabe a quién.

 

Si consideramos a todos los que expresan una preferencia para la interna, independientemente de que voten o no voten, la situación es casi igual, con la misma ventaja a favor de Lacalle.

 

La diferencia de sólo dos puntos entre Lacalle y Larrañaga es más pequeña que el margen de error de la encuesta, de modo que lo que realmente indica es que hoy la interna blanca está muy pareja. La evolución de las preferencias hasta hoy (la tendencia) ha sido favorable a Lacalle, pero en el futuro no sabemos lo que pasará.

Es también imposible decir hoy si esta carrera cabeza a cabeza será buena o mala para el Partido Nacional. Puede ser cualquiera de las dos cosas. Si el partido desarrolla su competencia interna con altura y respeto, y sobre todo si después de la interna el Partido aparece unido, con al menos dos alas vigorosas, entonces puede ser muy favorable. Especialmente porque Lacalle y Larrañaga se pueden complementar, atrayendo votantes diferentes.

 

 

En el Partido Colorado, la ventaja es de Pedro Bordaberry. Las dos terceras partes (67%) prefieren a Bordaberry. En este caso el margen de error es más alto que en el de la interna blanca, porque hoy los votantes en la interna colorada son menos numerosos. Pero la diferencia entre las intenciones de voto es tan grande que, por ésta y por otras razones, en la interna colorada hay una ventaja clara a favor de Pedro Bordaberry. Lo siguen bastante más atrás José Amorín y Luis Hierro, cada uno con aproximadamente uno de cada diez votantes en la interna colorada.

El surgimiento de Bordaberry en el Partido Colorado ya se había visto claramente en las últimas elecciones departamentales, en 2005. Los resultados de ésta y de varias otras encuestas ratifican lo que ya se había visto en 2005; esto no es nuevo. La causa no la sabemos con certeza, pero probablemente lo que ocurre es que Bordaberry ya hizo, y continúa haciendo, el mismo proceso que Larrañaga ya había hecho cinco años atrás: se transformó, para la mayoría, en la figura potencialmente renovadora del Partido Colorado. Los próximos meses confirmarán si esto es efectivamente así.