(Sobre informaciones de prensa, resultados electorales, y resultados de una encuesta nacional de CIFRA de noviembre de 2008: 1000 entrevistados en sus hogares en todo el país entre los días 15 y 24 de noviembre, con resultados directamente comparables a los de las encuestas anteriores de CIFRA)
Los resultados de la votación del Congreso del FA de ayer domingo fueron, aproximadamente, los siguientes:
José Mujica 71%
Marcos Carámbula 42%
Danilo Astori 24%
Daniel Martínez 22%
Enrique Rubio 17%
Suma 176% (no 100%) porque cada delegado podía votar a más de un candidato.
Votaron algo menos de 2.400 delegados. Según el reglamento, estos delegados podrían representar un máximo de 12.000 asambleístas (porque el reglamento dice que la relación entre delegados y asambleístas es “un delegado cada cuatro asambleístas”, Capítulo 4 del Reglamento). 12.000 asambleístas equivalen a aproximadamente 1% de los votos que el FA recibió en octubre de 2004.
En particular: según la prensa de hoy, en el Congreso había aproximadamente:
800 delegados del MPP
800 delegados del PC;
en total, estos 1.600 delegados suman aproximadamente el 70% del total (35% cada uno), cifra casi igual a la votación recibida por Mujica. En octubre de 2004 el MPP y el PC sumados recibieron el 36% de la votación del FA. Su participación en el Congreso duplicó la votación recibida en 2004. El caso más notable fue el del PC: 6% del FA en octubre de 2004, 35% en el Congreso del pasado fin de semana.
Hay por lo menos dos maneras muy diferentes de ver esta situación desde el punto de vista del Frente Amplio. Una es normativa (de acuerdo a lo que cada cual valora como más importante). Si uno piensa que los programas y las candidaturas deben ser elegidos por la minoría (relativamente muy pequeña) de los militantes que invierten mucho tiempo en estas cosas, es bueno. Si uno piensa que elelectorado es el que debe decidir, es malo. La otra manera de verlo es práctica: ¿ayuda o complica la votación que se espera recibir en octubre (y eventualmente noviembre)? Para poder responder esto hay que esperar los resultados de las internas de junio.
Lo que sucedió ayer seguramente no es un anticipo de lo que ocurrirá en las internas de junio del año próximo, por las diferencias que ya se resumieron. Mujica puede ganar, pero es muy difícil que gane por estas diferencias (con 7 de cada diez votos a su favor). Y también puede perder.
Por un lado, a medida que se acerque junio habrá que ver si medio millón de frenteamplistas (ése será el número, en cifras muy gruesas, de votantes en las internas del FA) realmente están convencidos de que el Senador Mujica es el mejor candidato presidencial del FA.
Por otro lado, la fuerza electoral de Mujica es una suma de dos grandes grupos ideológicamente muy heterogéneos. Entre los que piensan votar al FA, Mujica es el candidato preferido por la mayoría de la izquierda “neta”. A este grupo pertenece, casi seguramente, la mayor parte de los militantes del MPP que votaron en el Congreso del pasado fin de semana. Su liderazgo en el centro izquierda es menor.
También es el candidato preferido de los que no se consideran de izquierda ni de centro izquierda (no se definen, o se ven de centro o de derecha). Desde el punto de vista de la izquierda estos votantes son menos consistentes y menos “refinados” ideológicamente que la propia izquierda, y sobre muchas cosas piensan y sienten diferente. En América Latina esta clase de voto suele ser llamado “populista”.
Pero, como se ve en la figura, estos votantes suman alrededor de cuatro de cada diez de los votantes del FA que prefieren a Mujica presidente. El gran desafío del MPP es mantener juntos a estos votantes tan diferentes. Los rivales internos (en junio) y externos (en octubre, y eventualmente en noviembre) tratarán de separarlos.