Funcionarios públicos
¿Está bien que se sigan tomando empleados públicos?
¿Ganan más los empleados públicos o los privados?
(Sobre resultados de la encuesta nacional de CIFRA de noviembre de 2007: 1000 entrevistados en sus hogares, cara a cara, en todo el país, entre los días 3 y 11 de noviembre)
Considerando ocupaciones similares, los funcionarios públicos, comparados con los privados, son relativamente privilegiados. Todos los estudios conocidos, incluyendo algunos de la Universidad de la República, muestran que:
- la gran mayoría de los empleados públicos gana más que los privados. Sólo en las posiciones más altas (cargos directivos, gerenciales) el sector privado paga más que el público;
- además de ganar más, los empleados públicos tienen más seguridad laboral y social (porque casi todos los trabajadores están “en blanco”, en planilla, y porque tienen más defensas, que resultan de las leyes y de las costumbres y prácticas establecidas), tienen más beneficios sociales (porque todo está “en blanco”), y trabajan menos horas (porque tienen más feriados),
- además, los críticos sostienen, aunque esto no es fácil de “demostrar” objetivamente, que incluso en las horas que trabajan, los públicos trabajarían menos que los privados, porque los sindicatos son más fuertes (esto se sabe que es cierto), la disciplina laboral sería más débil, más floja, y porque ése sería el resultado de las costumbres y prácticas establecidas.
Estas diferencias importan, porque hay muchos empleados públicos. Aproximadamente uno de cada cinco trabajadores está en el sector público. En los últimos diez años se ha visto que entre la gente más informada los empleados públicos reciben cada vez más críticas. Pero esta ha sido una opinión generalmente minoritaria.
Como se ve en el Gráfico 1, una robusta mayoría de uruguayos (57%) opina que está bien que el gobierno esté contratando nuevos funcionarios públicos. Pero una minoría apreciable, el 30%, está en desacuerdo.
Como siempre, la política influye: los votantes del Frente Amplio están más a favor que los votantes de la oposición. En general, los que tienen más problemas de empleo están más a favor: los menos educados y los más pobres están más a favor que los demás. La diferencia más grande es la que muestra el Gráfico 2: los más jóvenes están muy a favor del reclutamiento de empleados públicos, tal vez porque todavía tienen esperanzas de conseguir uno para ellos mismos (como lo han mostrado las colas y las avalanchas de inscripciones para empleos públicos de los dos últimos años). A medida que la edad aumenta, disminuye el apoyo a estas contrataciones. Los abuelos ya no pueden conseguir empleos públicos, pero todavía los pagan a través de sus impuestos.
La última encuesta (Gráfico 3) muestra que la mayoría de la población (45%) piensa, correctamente, que los empleados públicos ganan más que los privados. Pero todavía una minoría grande, casi un tercio de los uruguayos (32%), cree, equivocadamente, que los públicos ganan menos que los privados.
Los más jóvenes, con menos experiencia, creen que los privados ganan más que los públicos (y esto significa que muchos de los jóvenes que buscan empleo público aparentemente buscarían más seguridad que sueldos buenos). Una diferencia sugestiva es la que se observa entre los trabajadores públicos y los privados, como se ve en el Gráfico 4.
Los privados creen que los públicos ganan más (casi por veinte puntos de diferencia: 48% contra 29%). Entre los trabajadores públicos, en cambio, las opiniones están muy divididas, casi empatadas: entre ellos el 38% dice (correctamente) que los públicos gana más, pero un porcentaje casi igual (35%) cree que los privados gana más.