La participación de la oposición
Ya estamos a más de dos semanas de la asunción del nuevo presidente y todavía no está claro cuál será el papel de la oposición en diferentes organismos públicos y empresas públicas. La gran mayoría de los uruguayos, casi tres de cada cuatro (73%), piensan que es mejor que se nombren algunos directores blancos, colorados y del P. Independiente en el Codicen, en las empresas públicas y en otros organismos. Sólo el 19% considera que es mejor que NO participen en el gobierno que se está iniciando.
Cinco años atrás, al comienzo de la gestión de Vázquez, cuando también se había hablado de darle participación a la oposición, la opinión pública estaba mucho más dividida. La mitad (51%) pensaba que era mejor que la oposición participara en cargos de dirección, pero el 44% estaba en contra.
¿Quiénes se oponían entonces y quiénes se oponen ahora? Se podría pensar que en 2005, luego del primer triunfo de la izquierda a nivel nacional, los frentistas estarían todos en contra de darle participación a la oposición, puesto que en los últimos gobiernos no les habían dado mucha participación a ellos. Sin embargo, como se ve en la segunda gráfica, las cosas no son tan sencillas. Efectivamente, entre los frentistas la mitad se oponía a que se nombrasen directores blancos y colorados en el gobierno de Vázquez; pero también cuatro de cada diez votantes de la oposición se negaban a que sus líderes se integraran a un gobierno de izquierda.
Hoy, en cambio, casi siete de cada diez frentistas y casi nueve de cada diez votantes de la oposición consideran que es hora que las dos mitades del país trabajen juntas, y que haya directores de todos los colores político-partidarios en las instituciones del Estado.
Las razones de este cambio en las actitudes del electorado son diversas. Sin lugar a dudas, parte del cambio se debe al peso del discurso de Mujica, pero probablemente no es el único factor. También está el tema de los aprendizajes. En 2005 era una situación completamente nueva para Uruguay, porque la izquierda estaba a cargo por primera vez del gobierno nacional y además tenía mayoría absoluta en ambas cámaras. Para los que se sentían ganadores, era el momento de gobernar por su cuenta; para los que se sentían perdedores, entre muchos primaba el sentimiento de “arréglense como puedan, ya van a ver lo que es gobernar”. Hoy ha pasado mucha agua bajo el puente, y tal vez tanto unos como otros han llegado a pensar que para el país son mejores los acuerdos y los controles mutuos que los desacuerdos y las denuncias a posteriori. Dicho más brevemente: mejor construir entre todos, cediendo un poco todo el mundo, que trancar entre todos (y nadie cede nada).
NOTA
Esta nota presenta los resultados de una encuesta nacional de CIFRA: 604 entrevistados en Montevideo y 402 en el interior del país, cara a cara en sus hogares entre los días 27 de febrero y 2 de marzo. La muestra de encuestados es probabilística y el margen de error máximo esperado para un 95% de confianza es aproximadamente 4 puntos porcentuales en más o en menos (+/- 3,99%).
El texto de la pregunta formulada a los encuestados es el siguiente:
“¿Le parece que es mejor que se nombren algunos directores blancos, colorados y del P. Independiente en el Codicen, en las empresas públicas y en otros organismos, o es mejor que no participen en el próximo gobierno?”
En febrero de 2005 se formuló la misma pregunta en una encuesta de características similares.